jueves, 28 de mayo de 2009

Mellizos de diferente padre



Hoy en día la ciencia se ha encargado de develar, al padre de mellizos, que uno de aquellos niños que su mujer trajo al mundo no sería su hijo. Los mellizos también llamados mellizos dicigóticos se desarrollan cuando dos óvulos separados son fertilizados por dos espermatozoides diferentes. Por lo general, cada mellizo tiene su propia placenta y no son parecidos.

Un padre no podría darse cuenta que uno de ellos no es su hijo, pero si se presentara algún rasgo facial o corporal muy evidente en uno de los niños, éste puede comenzar a tener dudas sobre su paternidad.

Estos casos son realmente raros y pueden presentarse si una mujer tiene relaciones sexuales con dos hombres durante una poliovulación. La mujer mantiene relaciones sexuales con su marido y con otro hombre entre 24 y 72 horas de diferencia, y los espermatozoides de ambos hombres pueden fecundar a dos óvulos distintos producidos, ese mismo mes, por los ovarios de la fémina. Un óvulo para cada espermatozoide. Como resultado, ambos óvulos fecundados compartieron el espacio en el útero y dieron lugar a los dos niños no idénticos.

A través de una prueba de ADN, con una muestra de sangre de los niños, otra del padre y otra de la madre se realiza el examen. Se extraen células sanguíneas, luego el núcleo de las mismas, y posteriormente se obtiene el ADN. Se hacen hasta cuatro estudios distintos y así puede saberse con una certeza del 99,9% si los niños (ó niñas) son o no de ese padre.

Queda develado el misterio y con esta prueba se puede demostrar al progenitor que uno de los mellizos no es suyo, y poner al descubierto la infidelidad de su mujer. La lógica le tendría que decir al padre que sí son sus hijos, pero la ciencia de hoy en día puede revelar una verdad oculta por la progenitora

viernes, 22 de mayo de 2009

El adiós de un hombre



Se acabó el amor y de la mano con este momento llegan las excusas y argumentos del hombre, en su mayoría sexuales, del por qué se siente agotado, aburrido y hastiado de su pareja. Llega también el trance en el qué la mujer inicia una serie de cuestionamientos y se pregunta cuál fue la falla en la relación.

Desde mi experiencia profesional y analizando el hecho, el hombre es un individuo que siempre se sentirá necesitado de afecto, a diferencia de la mujer que requiere ser en todo momento apreciada. Esto significa que el “macho” quiere ser reconocido por sus actitudes personales y sus logros. El hombre adquiere la figura de un cazador que busca otras opciones para resaltar la importancia de su género.

Es así que el individuo prefiere decir adiós cuando experimenta diversos hechos por los cuáles no se siente importante y deja de ser un galán. Los motivos sexuales que argumenta son diversos: Los cambios físicos de la mujer, su menopausia que trae detrás una sequedad vaginal que no la tenía en la juventud, los cambios corporales de firmeza y peso, el desinterés sexual de la fémina y la postergación de ella por otras actividades donde él no está incluido.

Excusas que se complementan, según ellos, por otros factores como la falta de comunicación y la rutina que aparece como un elemento que termina de desmoronar el compromiso adquirido.

El hombre termina entonces con la represión para iniciar rápidamente alguna aventura u otra relación con alguna mujer que sea sexualmente más afín a él, pero que no necesariamente es la que ama y con la que quiere conformar una familia.

Un ganador siente que tiene esos derechos y un hombre por las características de su especie necesita reafirmar que es el “sexo fuerte” cuando concluye con una relación.
Sin embargo, debemos aclarar que todo hombre debe ser consciente de que el goce sexual con la pareja no es lo esencial en el compromiso adquirido con una mujer.

Es importante, preocuparse el uno del otro en sus diferentes actitudes frente a lo sexual y emocional. Así, tal vez, se puede evitar el adiós del varón.

jueves, 14 de mayo de 2009

Mucho ojo con la cantidad



La producción de espermatozoides de un hombre varía de acuerdo a la edad. Una persona normalmente puede eyacular entre dos y cinco centímetros de semen, que contiene alrededor de 20 a 60 millones de espermatozoides.

Sin embargo, cuando un varón eyacula mucho volumen a cualquier edad, podría estar padeciendo un problema inflamatorio con la próstata.

No es un mérito entonces tener eyaculaciones muy voluminosas, ya que estaríamos hablando de pacientes con problemas en las glándulas anexas o inclusive de hombres que diluyen su concentración de espermas, produciendo un líquido menos fértil.
Recordemos aquí aquellos mitos que los mismos hombres crean para parecer, ante el sexo opuesto sementales incansables, donde según cuentan eyaculan varias veces al día y en gran cantidad.

Déjenme decirles señores, que si ustedes presentan estas características, podrían estar atravesando problemas con la próstata, generando también complicaciones de infertilidad.



No hay que confundir la calidad con la cantidad. El hombre sexual es un personaje muy sensorial y no físico, por lo tanto no confundamos el fluido del semen con hacer el amor, ya que a la hora de mantener relaciones sexuales la cantidad de semen no tiene nada que ver con el placer que pueda sentir la pareja.

Es necesario dejar en claro que si cualquier hombre padece este problema tiene que consultar con algún especialista, y desterremos el mito del hombre que eyacula varias veces y en grandes cantidades, ya que lo único que hace es colocar al varón en la posición equivocada.

viernes, 8 de mayo de 2009

Una curvatura muy normal



La curvatura del pene es una característica más del aparato reproductor masculino. Y es que todos los penes normalmente tienen una desviación cuando se erectan de hasta 20 grados. Es así, que los penes curvos pueden aparecer como un detalle de fábrica durante la juventud y en el caso de los penes curvos congénitos, esta anomalía puede ser corregida mediante una cirugía.

La operación llamada de “Nesbit”, se realiza mediante el uso de pinzas. Se colocan puntos en el pene en el lado contrario de la curvatura, con el propósito de corregirla. Con este procedimiento el pene podría perder discretamente el tamaño.
Sin embargo, ésta es sólo una cirugía que trata de compensar un asunto de carácter estético, porque sexualmente un pene curvo no tiene ninguna limitación, salvo que sea muy curvo.

En la adultez, el pene curvo es producto de una enfermedad llamada “Peyroni”. Esta se presenta como una fibrosis del cuerpo cavernoso del pene, es decir dentro de los cilindros del aparato reproductor se generan especies de fibromas, que hacen que la sangre no circule correctamente. Esto provoca que el pene se encorve hacia el lado del defecto y pueda llegar a ser en algunos casos severos (90 grados), impidiendo una penetración normal.

Como salida a esta enfermedad se propone prescripción de medicamentos de eficacia no garantizada. Si la medida no resulta eficaz, será necesario realizar una intervención quirúrgica donde se aplicará un tejido sintético. Si es que no hay respuesta a este procedimiento, inclusive se puede colocar prótesis.

viernes, 1 de mayo de 2009

Uno es Suficiente



En primer lugar, debe quedar claro que un hombre que tiene un solo testículo puede perfectamente fecundar y tener una vida sexual plena. Este supuesto problema muchas veces es generado por la misma persona, que siente que sin uno de sus genitales no tendrá la misma potencia o estará impedido de tener hijos.

Enfermedades como el cáncer testicular, que en la mayoría de casos se manifiestan en hombres menores de 40 años, o la presencia de otros males infecciosos, tuberculosis, traumatismos, heridas de bala y accidentes de tránsito, son las causas por las que un hombre pierde uno de sus testículos.

Es así, que inevitablemente se produce la extirpación de uno de los genitales, generando en el varón inseguridad y un pensamiento errado sobre el tema.
Los testículos son considerados parte de la masculinidad de todo hombre, y una de sus principales funciones es generar la testosterona, hormona que le proporciona vitalidad, deseo sexual, fuerza muscular, agresividad, que son características del género.

Cuando se produce la pérdida de uno de estos, el ser humano compensa naturalmente el problema haciendo que el genital que queda cumpla la funciones de los dos. Este se vuelve más grande (dependiendo de la edad de la extirpación) y produce una cantidad cuatro veces mayor de espermatozoides que la mínima requerida.

Queda claro que el problema se produce en el plano mental del hombre y no en el físico, ya que uno de los genitales del ser humano está en toda la capacidad de compensar las funciones del otro.

Si existe una buena comunicación con su médico, debe saber entonces que no tiene mayor dificultad para realizar todas sus funciones sexuales. Además, parte de la solución del problema es la aceptación de uno mismo. Por otro lado, existen otras opciones como la colocación de una prótesis que visualmente resulta imperceptible. Esta no funciona, pero estéticamente es una solución al probable trauma y mito que alguien podría tener sobre la ausencia de un testículo.