Entre los 18 y 25 años, los jóvenes fanfarronean sobre su virilidad con historias alucinantes de faenones nocturnos interminables. Pero a pesar de tanta palabrería, el hombre de hoy en día, muchas veces no puede demostrarle a su pareja toda su eficiencia en el aspecto sexual, más aún cuando se presenta lo que llamaremos el síndrome del pene asustado.
Éste es un problema psicológico de miedo, ansiedad, pavor o angustia. De temor a no ser suficiente para la pareja ó simplemente de pánico al no cumplir con la mujer en la cama. Puro susto, que hace que el hombre se convierta en obsesivo, e intente hacer de todo sin tener un resultado satisfactorio. Finalmente, no hay erección y menos penetración. Esto no significa que exista un problema físico, simplemente el pene no encuentra la rigidez perfecta que normalmente esperaba.
La ansiedad generada en cada encuentro sexual desencadena una importante descarga de adrenalina que es un antídoto natural de la vaso dilatación que se presenta durante una erección peneana.
Pero no hay de que preocuparse jóvenes. Sólo hay que mejorar la comunicación con la pareja, dejar de pensar que el sexo es una tarea por objetivos, evitar sentirse comparado, y finalmente disfrutar de una sexualidad plena llena de emociones que satisfagan el cuerpo y el alma.