lunes, 29 de septiembre de 2008

Cáncer de testículo, un riesgo de los hombres jóvenes


Es el tipo de cáncer más común en hombres menores de 40 años. No tiene un factor causal conocido, sin embargo, corren mayor riesgo de padecer cáncer testicular quienes sufren de criptorquidia, que es cuando el testículo no ha descendido normalmente al escroto.

Para su prevención, es importante el control o el autoexamen mensual que muchas veces por vergüenza no se hace oportunamente. Un signo es la presencia de un bultito que la persona puede detectar si se palpa el testículo. Hay que acudir al médico. Tratado quirúrgicamente y con terapia complementaria tiene curación, debido a que es un tipo de cáncer donde la medicina ha logrado un importante avance y control.

La infertilidad es consecuencia de este cáncer debido a la quimioterapia o la extirpación del testículo. Entonces, es importante que se le informe al varón y se considere que toda persona que tiene este mal o potencialmente puede tenerlo, congele su esperma. Recuerde que generalmente afecta a hombres jóvenes menores de 40 años; que muchos de ellos no han cubierto sus expectativas de reproducción o no han tenido hijos; que los tratamientos pueden anular su capacidad de fertilidad; y que hoy podemos darle solución a este problema.

Publicado en el diario Trome 26/09/08

El secreto de la incontinencia urinaria


La incontinencia urinaria es un secreto guardado por miles de peruanos que aunque no involucra riesgo de vida, disminuye la autoestima y genera sentimientos de vergüenza, frustración y aislamiento social. Es más común en mujeres pero también afecta a hombres. Puede ser de tres tipos: de esfuerzo, de urgencia, obstructiva o por rebosamiento.

De esfuerzo es aquella que se presenta como consecuencia de los partos o de los años por la perdida de la resistencia del esfínter (músculo que rodea la vejiga). Se manifiesta cuando la mujer tose, ríe o hace algún esfuerzo.

La de urgencia es de causa neurológica, es decir, los nervios hacen que la vejiga este siempre híper excitada, y es el caso típico de la persona que cada vez que sale fuera de casa está pendiente de dónde hay un baño.

El último tipo, obstructiva o de rebosamiento, se da cuando la persona retiene la orina de manera crónica y pierde la sensación de miccionar. También se presenta en los hombres debido a problemas con la próstata.

La incontinencia tiene solución mediante cirugía, pastillas o ejercicios. Lo importante es determinar de qué tipo es la que se padece. La incontinencia no se soluciona con pañales ni es “normal” producto de los años. Lo importante es mejorar la calidad de vida sin mellar la autoestima.

Publicado en el diario Trome 19/09/08

El mito del Punto “P”


Se ha conversado mucho sobre el Punto “G” en la mujer, y aunque no está demostrado por consenso, sí hay una terminación nerviosa muy sensible ubicada a dos centímetros de la parte superior de la vagina que se puede identificar por el tacto.

En el hombre, el Punto “G” ha sido atribuido a una parte de la próstata. El varón -obviamente no en disposición de examen-, puede encontrar satisfacción en el tocamiento de esta glándula, mientras que en otros puede significar más bien dolor, incomodidad o molestia. Este supuesto placer del Punto “P” o también llamado Punto “H” no es admitido por la mayoría de hombres y muchos ocultan, por vergüenza o machismo, las sensaciones que experimentan. Así, más interesante es hablar de un punto sensible que puede ser distinto en cada persona. Todos tenemos una excitabilidad orgánica diferente, no solamente con respecto a los genitales, sino en diversos lugares. En ellos se puede concentrar este mito del Punto “P” que en la mujer, por su condición anatómica, pareciera situarse en la parte superior de la vagina, y que puede generar satisfacciones.

En todo caso, es importante la comunicación en pareja, entender dónde están los puntos sensibles y romper las barreras que muchas veces el hombre y la mujer se imponen.

Publicado en el diario Trome 12/09/08

jueves, 4 de septiembre de 2008

Testosterona, la hormona del deseo


La hormona que tienta, da agresividad, fuerza, sensación de bienestar y motiva el deseo sexual es la testosterona. Aunque propia del varón, es esencial en la vida sexual de hombres y mujeres. Señales de insuficiencia de esta hormona son irritabilidad y pérdida de deseo, esto debido al estrés, sobrepeso, la edad – Andropausia en los varones Menopausia en las mujeres-, o enfermedades que alteran su producción.

En varones, si bien la testosterona es vital para el deseo sexual, participa también facilitando la erección. Medicamentos que encontramos en el mercado para la disfunción sexual, requieren cantidades normales de testosterona en el organismo para producir efecto.

Entonces, uno de los principales desafíos es encontrar su insuficiencia, pues interviene en funciones de carácter emocional y en otras como la solidez de los huesos, la fortaleza de los músculos, la próstata, etc. De ser necesario, el especialista realizará los exámenes respectivos, e indicará suplementos de testosterona en parches, cremas o inyecciones. Esta evaluación también se índica a mujeres sin deseo sexual, principalmente después de la menopausia.

La testosterona la produce el testículo en un 98%; en la mujer, la glándula suprarrenal en un 2%.