miércoles, 30 de julio de 2008

Infertilidad masculina, la aspiración de ser padre

Una aspiración de todos los seres humanos es ser padres, por eso las personas deben conocer que la infertilidad no es un tema sólo de la mujer sino de pareja. El 40% de varones son responsables de este problema, en el que influyen los estilos de vida. Es más frecuente encontrar hombres y mujeres infértiles en las grandes ciudades, que en la vida rural.

Hay pacientes que presentan problemas vasculares, hormonales, infecciosos, de anticuerpos y obstructivos, los cuales se deben tratar. Más del 50% de ellos, con un diagnóstico acertado, recupera su capacidad de fertilidad. De éstos problemas, el principal es las varices a los testículos o varicocele, cuyo tratamiento es una corrección micro quirúrgica realizada por un especialista; para pacientes sometidos a estrés y estilos de vida complicados, hay tratamientos con vitaminas, vigorizantes y antioxidantes, para aumentar la número de espermatozoides. Finalmente, existen los procedimientos de reproducción asistida o de alta complejidad, en el que se han desarrollado mejores técnicas para extraer espermatozoides del testículo (en caso de azoospermia o ausencia de espermatozoides en el eyaculado), porque el hombre también es parte de la búsqueda del embarazo. Un menor porcentaje de pacientes recurre a los tratamientos de alta complejidad, pues en muchos casos con una evaluación general y medidas más sencillas, se detecta y trata el problema.

El tratamiento de la infertilidad es de pareja, los varones deben olvidar mitos y prejuicios, y dejar de asociar fertilidad con sexualidad. El primer paso para detectar el problema es practicarse un examen de esperma. Se ha determinado que hay una alta incidencia de carácter genético, y sobre ello muy poco es lo que se puede realizar. También los pesticidas, monóxido de carbono, el calor, el frío, la altura, el trabajo arduo y el mal descanso, pueden incidir en la infertilidad al llevar a alteraciones hormonales, afectando nuestra vida sexual y reproductiva. No hay que desanimarse, el desafío es encontrar la causa de la infertilidad y resolverla.

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Publicado en el diario El Comercio 06/07

Vasectomía, un método con retorno


Es una pequeña cirugía que liga los dos conductos que llevan los espermatozoides del testículo hacia el exterior. Esta ligadura es sencilla, con anestesia local, de carácter ambulatorio, no es dolorosa, y 100% efectiva cuando se realiza de forma eficaz.

Los varones pueden comprobar la ausencia de espermatozoides, con un examen 40 días después de haber sido hecha la vasectomía, o tras sostener por lo menos 20 relaciones sexuales.

La vasectomía es un método de control de natalidad efectivo y barato, que hoy día proporciona a la pareja la oportunidad de volver a tener hijos si lo desean. Antiguamente, era una elección sin retorno. Actualmente, se pueden revertir con éxito hasta en el 70% de casos, dependiendo de que el hombre no sea mayor de 50 años, que su vasectomía no tenga más de 10 años, y que no haya sido realizada muy cerca del testículo.

Hay otros mitos y prejuicios son respecto a la vasectomía: que produce cáncer, impotencia, que se eyacula menos esperma, y que el varón siente la misma satisfacción. Todas ellas infundadas. El hombre con vasectomía elimina semen de manera normal pues apenas el 5% lo produce el testículo; tiene placer; se han realizado estudios por más de 50 años y no se han reportado casos de cáncer; nada tiene que ver con el desempeño sexual, porque éste depende de hormonas y vasos sanguíneos y no de la producción de espermatozoides.

En general, en relación con la ligadura de trompas de la mujer, es un método bastante más sencillo, barato y seguro.

Hoy vivimos en una sociedad donde se trabaja con presión, muchas veces se agota nuestro deseo sexual y en muchas ocasiones los métodos tradicionales como del ritmo, no van con la disposición que la pareja tiene para su vida sexual.

Así, cuando uno opta por la vasectomía, también está mejorando su calidad de vida con la seguridad de una paternidad responsable, una vida sexual segura y en el momento que se desea.

Vasectomía Parte 1 (entrevista en de 6 a 9 , canal N)

Vasectomía Parte 2 (entrevista en de 6 a 9 , canal N)


Publicado en el diario El Comercio 04/07

viernes, 25 de julio de 2008

La competencia en el sexo


Cuando hablamos de disfunción eréctil u otros problemas sexuales, pareciera que solo miramos a las personas mayores. Sin embargo, cada vez más jóvenes toman medicamentos como Viagra o Levitra para mejorar su desempeño sexual.

Entonces, uno se pregunta qué está pasando si dichos medicamentos son recomendados para aquellos adultos mayores que no pueden tener una buena erección.

Ocurre que en este mundo globalizado se está perdiendo el objetivo de una relación sexual como un vínculo de pareja, por uno que compite con la performance, con un machismo y un ego alimentado por el hombre y la mujer.

Ella quiere ver en el desempeño sexual del hombre esa tarea espectacular que le han contado y que él también escucha, y está preocupado por el tamaño de su miembro viril, por la cantidad de veces que lo tiene que hacer, por ser un atleta en la cama.

Se está disfrazando la actividad sexual con la competencia de sentirse más o menos hombre, y recurren a pastillas que no son indicadas para ellos simplemente para tratar su ansiedad, su inseguridad ante una posible evaluación femenina.

La dependencia psicológica y pensar que es la única forma de tener buen sexo es el problema. Entonces ya no se da la figura del hombre y su espontaneidad sino la de él y su pastilla. Esta situación es un saldo negativo del exceso de exposición con respecto al sexo; gente poco calificada está hablando acerca de tamaños, de frecuencia, de vigores que no tienen nada que ver con el bienestar de la pareja.

Un hombre puede tener relaciones sexuales de cinco minutos con su pareja dos veces por semana y sentirse feliz. Otro puede tener dos o tres por día y experimentar infelicidad.

Si bien existe la cultura tántrica (surgida en la India en el siglo IV a.C. y conocida por potenciar la sensibilidad del ser humano) para controlar la eyaculación masculina y lograr múltiples orgasmos, él no debe compararse, y la mujer no debe transmitir información ni crear expectativas que los hombres no sabemos manejar.

La clave para un mejor rendimiento sexual es la comunicación con la pareja.

Publicado en el diario El Comercio Vida&Futuro 08/07

Cuidado con el culto al cuerpo


No cabe duda de que vivimos la cultura del vernos mejor y más atléticos. Si bien es cierto el físico culturismo es una aspiración de los hombres asociada a la masculinidad. Desafortunadamente, en muchos casos, los varones ingieren sustancias o medicamentos sin asesoramiento medico o indicadas por personas no capacitadas, desconociendo que están dañando su salud, y que no solamente en el exceso de vitaminas y aminoácidos se presentan problemas, sino también con el uso de anabólicos y hormonas masculinas.

Es frecuente ver a varones que se inyectan productos como testosterona intramuscular, la cual, efectivamente, hace que uno gane masa muscular y además produce un incremento del deseo sexual producto de la inundación exagerada de esta hormona. Pero al mismo tiempo bloquea todos los circuitos de carácter hormonal y fisiológico, ocasionando que estos varones lleguen a la azoospermia o esterilidad, a la ausencia de espermatozoides en el eyaculado e incluso, cuando se usa de forma prolongada, puede llegar a alterar el propio tamaño de los testículos. Es una situación bastante delicada, porque muchas veces después de haber hecho uso de estos medicamentos sin control quieren tener hijos y no pueden.

Los anabólicos y la testosterona se venden clandestinamente o sin receta médica en gimnasios, por recomendaciones de amigos o de instructores, de tal forma que constituyen un verdadero peligro sin la información adecuada, porque los usuarios no saben que están poniendo en riesgo la salud del corazón, del hígado y su futuro reproductivo.

Una persona que quiere ser un atleta primero tiene que someterse a un examen médico, luego hacer ejercicios, ir al gimnasio, trabajar fuertemente y tomar suplementos nutricionales, vitaminas y proteínas con supervisión de un especialista. Esta será la formula para que logre sus objetivos, pero todo lo que signifique suministrarse hormonas lo pondría bajo la reflexión de saber si ese hecho es verdaderamente patrocinar salud. Si usted genera un cuerpo musculoso pero no saludable, estamos promocionando una cultura física sin ningún sentido.


Publicado en el diario El Comercio Vida&Futuro 02/08

miércoles, 23 de julio de 2008

El cáncer de próstata puede evitarse


–Doctor Tejada, aclárenos: ¿qué es la próstata?

–La próstata es una glándula reproductiva. Proporciona el 50% del volumen del semen, así como una serie de enzimas para que el espermatozoide pueda nadar y nutrirse. Tiene el tamaño de una nuez cuando el hombre es joven, y conforme pasan los años tiende a crecer, llegando a cerrar el canal de la orina. Después de los 50 años ese canal se hace aun más estrecho, por eso algunos hombres tienen dificultades para orinar.

–¿Y por qué uno debería examinarse la próstata?

–Porque es la principal causa de cáncer en hombres, y porque en más del 50% de mayores de 60 años se produce un crecimiento benigno, que también debe seguirse.

–La idea es que el hombre vaya a un control preventivo...

–Sí. Diagnosticándola oportunamente se puede curar esa dolencia, en lugar de someter a un tratamiento hormonal, retirar los testículos o proceder a la irradiación, como se hace normalmente.

–¿Debe esperarse a cumplir 40 años para el examen?

–Sí, aunque la curva fuerte del mal llega al pasar los 55 años. Pero, como en la sexualidad, de esto no se habla. Por eso menos del 10% de hombres se evalúa regularmente.

–¿A qué temen?

–Básicamente, al tacto rectal. La próstata es una glándula que se examina a través del recto, y en nuestra cultura popular los hombres no gustan de ese tipo de examen, por eso se alejan. En ese sentido, las mujeres se someten mejor a los exámenes ginecológicos.

–¿Qué tan difícil resultará cambiar esa mentalidad?

–El desafío de crear los preventorios es generar una cultura diferente. Aquí viene gente aparentemente sana y a veces descubrimos cáncer de próstata, algo muy importante teniendo en cuenta que cuando este da síntomas, generalmente ya es tarde.

–¿Hay otros tipos de examen?

–Un examen de sangre o una ecografía son complementarios, pero también podrían formar parte de un examen general para descartar cáncer de próstata.

–Algunos hombres también relacionan una enfermedad de la próstata con la pérdida de la potencia sexual. ¿Es ese otro mito?

–Sí. Muchos hombres operados de próstata no eyaculan posteriormente, pero equivocadamente piensan que eso interferirá en su potencia sexual. Eso es inválido. Es más, recientes estudios demuestran que los problemas de próstata, es decir, la obstrucción urinaria, están más vinculados a la baja potencia sexual. Es decir, es al revés. Mientras uno mejor orina, tiene mayor posibilidad de tener una buena erección.

–¿El hombre con actividad sexual intensa es más propenso a sufrir de la próstata?

–Esa es una relación histórica que ya no se da. En la época pre antibiótica los hombres que normalmente, por la vejez, iban a padecer la estrechez del canal urinario, cuando tenían enfermedades venéreas sucesivas veían infectada su uretra. Entonces, mientras el hombre era más promiscuo, su vejez era más castigada.

–Pero hoy se controlan ya las enfermedades venéreas...

–Sí, y un hombre promiscuo ya no es necesariamente víctima de esas obstrucciones del pasado.

–Otros se excusan del examen diciendo que no tienen tiempo...

–El examen no toma más de quince minutos, y es de acuerdo a la edad. A los hombres se les examina testículos hasta los 40 años, y después de esa edad la próstata.

–La presión social entre hombres es fuerte, ¿no?

–Sí. Hay un mito con respecto a la masculinidad al someterse a un examen, algo totalmente infundado. Felizmente hoy la gente está más dispuesta a evaluarse, sobre todo cuando ve que alguien se cura. Por eso son importantes los preventorios.

–¿Usted se ha examinado?

–Más de una vez.

–¿Puede decir si duele o no?

–Cuando el hombre es joven es más incómodo, porque los esfínteres están más tensos. Pero cuando es mayor, el esfínter es más complaciente y, por eso, molesta menos.


Entrevista: Lima, Diario La República: 08/04/2008

Por Juan Álvarez Morales.